"Horizontes" de Stijn Cole: Una guía para visitantes

 
 

por La Consultoría
Ciudad de México, noviembre 2022
Tiempo estimado de lectura: 10 minutos


Stijn Cole afinando los últimos detalles de su exposición “Horizontes” en la Galería Hilario Galguera, Ciudad de México, agosto de 2022. Foto por La Consultoría.

La Galería Hilario Galguera (Ciudad de México) y la Galería Heart Ego (Monterrey) llevaron a cabo de manera paralela dos exposiciones individuales de Stijn Cole (Gante, 1978), las primeras que el artista belga realiza fuera de Europa. Ambas muestras, tituladas “Horizontes”, incluyeron obras que Stijn realizó como resultado de una estancia en México durante la primavera de 2022.

Habiendo trabajado como asistente del afamado artista Peter Buggenhout, Stijn desarrolló su propia carrera partiendo de las reflexiones sobre las implicaciones y los límites de la abstracción en el arte contemporáneo, aunque a diferencia de su compatriota belga, la producción de Stijn toma como punto de partida el concepto del paisaje para plantear cuestionamientos sobre los materiales y las disciplinas propias del medio artístico. Así, las obras que el artista presenta en nuestro país consisten en abstracciones conceptuales de distintos paisajes que Stijn documentó durante sus visitas a los estados de Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Sonora y Veracruz. He aquí 3 claves del trabajo del artista que no puedes perder de vista cuando te encuentres frente a sus obras.


1. Desde el punto de vista del artista o del espectador

“Horizontes” no es sólo el título metafórico de las exhibiciones, sino que este eje conceptual ha sido llevado hasta sus últimas consecuencias al elevar los horizontes visuales de todas las piezas a la misma altura, 158 cm. Esta medida es significativa porque es la altura precisa de la mirada del artista, quien ha definido el marco visual con el que percibiremos la obra. La estrategia de uniformar los horizontes visuales resulta sumamente interesante porque hila los intereses de Stijn con las reflexiones del minimalismo, un tipo de arte a la vez abstracto y conceptual. El arte minimalista fue el primero en abordar la percepción del arte como tema mismo de las obras. Las estrategias a las que recurrieron los artistas del minimalismo fueron varias, desde alterar la escala de las esculturas a una dimensión incómoda para el espectador (la escala del cuerpo humano), o enfatizar el espacio arquitectónico, las condiciones de luz, temperatura y clima donde el arte era exhibido, cuyo objetivo era hacer consciente al visitante del proceso mismo de percibir las piezas. Así, los 158 cm de altura en donde encontramos los horizontes de cada una de las piezas de Stijn, representa una vuelta de tuerca sobre la misma problemática, porque al tiempo en que se nos ha dejado claro que la medida de referencia de las obras es el punto de vista del artista, es inevitable comparar nuestra propia perspectiva frente a la mirada de Stijn: o percibimos el mundo desde unos centímetros más arriba, más abajo o incluso, en raras ocasiones, exactamente igual a la altura del artista. De esta manera, la percepción del mundo y del arte se vuelve el concepto principal de la exposición.

Stijn cuenta que la historia que dio origen a la estrategia de los horizontes unificados comenzó cuando Philippe Van Cauteren —director del SMAK (el Museo Municipal de Arte Contemporáneo en Gante)— lo invitó a presentar una exposición en el Kunstverein Ahlen de Alemania. Stijn pensó que el lugar era muy grande para él y que no tenía obras suficientes para el espacio, por lo que en su lugar propuso pintar un horizonte muy elemental, en verde y azul, sobre una de las paredes del espacio, de 32 metros de largo, para proyectar sobre ella recuadros de luz que correspondieran al tamaño y formato de pinturas clásicas de paisajes. Así, los horizontes de los paisajes originales fueron alineados con la línea de horizonte elemental que dividía el bloque color verde del azul, con los que la pared fue pintada.

Sobre esta idea, Stijn explica que en los montajes museográficos tradicionales, los cuadros se cuelgan con el medio a la “altura de los ojos”, que generalmente varía de 155 a 160 centímetros. Mientras que los museos más nórdicos utilizan una altura de 160cm, los espacios más al sur usan la medida de 155cm como guía. El hecho de que el artista se encuentre geográfica y físicamente a la mitad de las latitudes y alturas europeas máximas y mínimas resulta en un buen punto medio para colgar sus piezas, homogeneizando el proceso de percepción de sus obras.

El efecto que se logra al unificar la altura de los horizontes de cada una de las piezas es la creación de una línea de horizonte conceptual que puede percibirse mentalmente al cruzar las salas de la exposición, donde la imaginación casi puede trazar la recta continua que atraviesa todas las pinturas, fotos y esculturas a la misma altura.

Stijn Cole, vista de instalación de “Horizontes”, Galería Hilario Galguera, Ciudad de México, agosto de 2022. Foto por La Consultoría.



2. El planteamiento conceptual de la luz y el color

Otro de los temas importantes en la experimentación plástica de Stijn es el estudio de la luz y el color, ligados a la naturaleza de los paisajes que documenta. Una vez más, esta aproximación se trata más bien de un ejercicio conceptual que de expresión visual e individual. La serie de “Souvenirs” o de “Colorscapes” se originan de una metodología muy similar y resultan en piezas a medio camino entre figuración y abstracción. Los “Souvenirs” que se incluyen en la muestra de la Galería Hilario Galguera corresponden a fotografías tomadas por el artista de manera aleatoria en paisajes de Tolcayuca, Jaltepec y Huasca de Ocampo en Hidalgo; Santa Rita Tlahuapan, Puebla; Sonoyta, La Pinta, Los Alamitos y Puerto Peñasco en Sonora; y Teotihuacan, Estado de México.

En los trabajos para ambas series, el artista parte de fotografías de paisajes que ha visitado para después sintetizar los millones de colores registrados por la imagen en una cuadrícula de 256 colores —o 16 cuadrados por lado—, calculado por un software de procesamiento de imágenes. Este programa también organiza los colores del más claro al más oscuro, por lo que la cuadrícula se convierte en una abstracción accidental de los colores del paisaje, en la que frecuentemente la mitad de los colores claros del cielo queda separada de los colores oscuros del piso. Una vez obtenido el muestrario de 256 colores, Stijn iguala los colores de la cuadrícula con pinturas al óleo, de las que puede apreciarse el gesto del artista al intentar igualar los colores digitales. Las cuadrículas de colores al óleo se presentan junto con la fotografía en blanco y negro del paisaje original, enfatizando la naturaleza conceptual de las imágenes como estudios de color realizados tanto de manera digital como manual: por un lado Stijn nos muestra la imagen “real” del paisaje en escalas de grises, despojados de la expresividad colorida de la naturaleza documentada, mientras que por el otro, los colores sintetizados del paisaje han sido organizados por el algoritmo del software de imágenes, presentándolos de manera objetiva.


Stijn Cole, vista de instalación de “Horizontes”, Galería Hilario Galguera, Ciudad de México, agosto de 2022. Foto por La Consultoría.


Todos los pasos del procedimiento parecen apuntar a una postura crítica respecto a los propios medios del arte: la fotografía, la pintura y la imagen como vías tradicionales de expresividad se convierten en objetos de estudio de las que puede analizarse cada una de sus estructuras por separado, la imagen como documento de un lugar y un momento específico, la dimensión del color como construcción de significantes (el cielo es azul, la naturaleza verde, el atardecer anaranjado, etc), o la imagen como producto de una metodología conceptual, no sólo visual. Este planteamiento hace eco de las formulaciones conceptuales del reconocido artista estadounidense Joseph Kosuth, famoso por cuestionar la diferencia entre imagen, lenguaje y objeto real, presentando tres dimensiones posibles del mismo referente.


Joseph Kosuth, One and three brooms, Plata sobre gelatina, escoba y serigrafía, 149 x 190cm, 1965. National Gallery of Victoria, Melbourne. © Joseph Kosuth/ARS, New York. Licensed by Copyright Agency, Australia


3. Memoria y experiencia: espacio y tiempo

Stijn comenzó a producir los “Souvenirs” cuando se mudó de vuelta a la ciudad de Gante al inicio de la pandemia, como un homenaje a Chimay, donde había vivido durante varios años. El artista quiso registrar los alrededores del lugar, una bella área rural en la frontera con Francia, por lo que tomó fotografías de los paisajes durante la primavera. Las imágenes resultantes no tenían por objetivo ilustrar la historia personal de Stijn, simplemente estaban ligadas a su vida y a los momentos que vivió ahí. Por ello, el concepto de souvenirs definía mejor la finalidad de las fotos, como objetos que hacían de una memoria algo tangible: más que el objeto en sí mismo, su valor residía en la memoria del momento en el que las imágenes fueron capturadas. Es así como la dimensión temporal, vinculada a la memoria y la experiencia de un lugar específico toma relevancia en la producción del artista belga. Este interés por abordar la dimensión temporal se hace evidente en la serie de fotografías “Double exposure”, experimentación que surgió a la par de los “Souvenirs” cuando Stijn se mudó de Chimay.

Las primeras fotografías realizadas por Stijn para la serie “Double Exposure” fueron tomadas e impresas sobre papel Lambda durante la primavera en Chimay, mientras que el primer día del verano, el artista colocó las impresiones bajo el sol, cubriendo sólo la mitad de la imagen, y las dejó a la intemperie toda la temporada veraniega, del 21 de junio al 21 de septiembre. La mitad descubierta fue decolorada por los efectos del sol y del clima. Como las impresiones fotográficas se realizan a partir de 4 capas de emulsión, la más superficial —el color azul— fue la primera en ser desgastada por la luz solar, por lo que los cambios más drásticos pueden verse en el cielo y ciertos tonos de verde. Igualmente, la mitad que fue cubierta de los efectos del exterior conserva el acabado brillante del papel fotográfico, mientras que el brillo en la otra parte ha sido desvanecida por el paso del tiempo en el exterior. Así, las fotos decoloradas parecen estar hechas de dos temporalidades distintas, una que muestra la inmediatez del objetivo capturado por la foto, y la otra, desgastada por la luz natural, como consecuencia del implacable paso del tiempo. Stijn continuó la serie durante su estancia en México y repitió el mismo proceso durante la primavera, esta vez con fotografías tomadas de paisajes locales e impresiones de mayor tamaño, mientras que el proceso de doble exposición se realizó en el techo de la Galería Hilario Galguera durante el lluvioso verano de la Ciudad de México.

Stijn Cole, Double Exposure Spring, Impresión fotográfica decolorada, 135 x 90cm, 2022. Galería Hilario Galguera, Ciudad de México. Foto por La Consultoría.

Finalmente, la pieza “Teotihuacan” también alude a la memoria y la experiencia de un lugar específico mediante el uso de tres dimensiones: imagen, tiempo y espacio. “Teotihuacan” consiste en un tríptico compuesto por tres cuadrículas de 256 colores cada una, pintadas al óleo y unidas entre ellas con bisagras, de modo que los paneles exteriores pueden abrirse o cerrarse en ángulos distintos al central. Este montaje remite a los trípticos, frecuentemente religiosos, de la tradición pictórica. Por supuesto, las cuadrículas de colores corresponden a la síntesis de las fotografías de Teotihuacan, tomadas por el artista el 17 de marzo de este año a las 7:24 de la mañana durante un viaje en globo por el lugar. Al momento de tomar las fotografías, Stijn registró 3 ángulos distintos desde la misma perspectiva, uno a la izquierda, uno central y uno a la derecha. Este punto de vista triple es el que ha sido reproducido en el montaje del tríptico en la galería. Si bien las cuadrículas de colores representan una abstracción visual de la experiencia de sobrevolar Teotihuacan en ese preciso momento, la pieza también lleva consigo la memoria del viaje aéreo, y a manera de un registro conceptual, la fecha, la hora y el sitio son nombrados en la pieza misma —en el panel central— y en el título. Además, en sintonía con todas las piezas de la muestra, el tríptico se eleva sobre la medida de 158cm, aludiendo a la altura a la que el artista se encontraba cuando documentó la experiencia, por encima del horizonte del lugar.

Fuentes de consulta

Lorraine de Thibault, “HORIZONS: A conversation with Stijn Cole, in Ghent”, en émergent magazine. Disponible en línea: https://www.emergentmag.com/articles/horizons

“Stijn Cole in Conversation with Editor in Chieg Alice Zucca”, en XIBIT, Noviembre 2021, pp. 37-55. Disponible en línea: https://stijncole.be/wp-content/uploads/2022/01/Interview-XIBT-Nov-2021.pdf

Recorrido guiado a la exposición “Horizontes”, impartido por Stijn Cole, Galería Hilario Galguera, Ciudad de México, 30 de agosto de 2022.


 

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